Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café

Título: Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café

Autor: Isaac Pachón

Buenos días algodoneros!!!

Traigo esta entrada en el blog con muchísima ilusión ya que es la primera vez que participo en una BBT. He tenía la suerte de que Isaac haya contado conmigo para poder leer y reseñar su libro con el cuál me he llevado una gratísima sorpresa. No es ese tipo de historias que estoy acostumbrada a leer pero creo que a partir de ahora me saldré más de mi zona de confort para descubrir pequeñas maravillas como es " Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café".

¿Porqué digo que no es el tipo de libro que estoy acostumbrad a leer? Pues la respuesta es simple, es un libro compues de un montón de pequeñas historias todas ellas distintas y cuyo único nexo en común es que todas ellas son fantásticas. Como buena amante del café que soy he acompañado mi lectura con uno, eso sí, con hielo y bien fresquito ya que lo he disfrutado tanto que no me daba ni tiempo a que se me enfriara.

La verdad es que es que he disfrutado de todas y cada una de las historias desde la primera a la última pero me gustaría hacer mención a las dos que más me han llegado. Una de ellas es la historia que inicia el libro, después de ese maravilloso prólogo que hace que quieras sumergirte de lleno en este café. Todo empieza con una cafeteria, un chico y una chica, y como no, un café. Tengo que reconoer que con esta primera historia me quedé con ganas de más de saber que pasaría en el futuro pero eso ahora solo será fruto de mi inaginación.

En segundo lugar, mi relato favorito de este pequeño café cargado de buenas historias ha sido ese de los libros que nadie quiere. Me hubiera encantado que de pequeña alguien me hubiera llevado a ese lugar y poder disfrutar de mi pequeño vicio lector con otras personas afines a mi. Fue esa misma sensación que cuando descubrí de la mano de Carlos Ruíz Zafón ese "Cementerio de los libros olvidados". Si realmente se pudiera viajar a ese lugar actualmente estarían en mi lista de sitios a visitar.

Se puede decir que es un libro original que nos deja disfrutar de la lectura y de las historias y nos da alas para soñar siempre acompañados de una buena taza de café con o sin azúcar eso ya depende del tipo de lector. 

Muchas gracias Isaac por confiar en mi y en este blog para este recorrido literario.*

Cuando busco la inspiración, pido o me preparo un café (siempre con leche), cojo mi bolígrafo de tinta azul o coloco mis manos sobre el teclado, según esté en alguna cafetería agradable o en el silencioso despacho de mi casa, y empiezo a escribir. Y escribo cosas, cosas que pasan, que son verdad, cosas que imagino, que ni suceden ni sucederán, cosas que te harán sonreír o llorar, cosas en las que seguirás pensando durante un tiempo o cosas que olvidarás justo al pasar de página. Y doy un pequeño sorbo a mi taza de café, todavía caliente. Historias en las que la vida, con todos sus aspectos, buenos o malos, es la gran protagonista. Relatos de amores no confesados, de zapatos mágicos, de ancianos entrañables, de ilusionistas desilusionados, de sorprendentes infidelidades, de contagios cotidianos, de idas y venidas entre el cielo y el infierno, de locuras en pijama, de inquietantes herbolarios… y degusto de nuevo el café, ya más templado. Me pierdo entre sus escenarios; los concurridos mercados de Marrakech, las estrechas y húmedas calles venecianas, un auténtico café de Nueva York, un hospital parisino, y cómo no, algún que otro rincón de mi querida Barcelona. Y cuando termino de pasear, de husmear, de soñar por sus callejuelas, encontrando el fin a estas historias, siempre sucede lo mismo y, la verdad, es un fastidio porque cuando echo mano a la taza, sin haber sido consciente, se me ha enfriado el café. 

PUNTUACIÓN

5/5